Todo parecía ganado, Uruguay parecía finalista y yo parecía no equivocarme y entonces, ¡Bang!, un gol en "offside", pero gol al fin, sacó a Uruguay de sus casillas, desubicó todo el trabajo del Gran Oscar Washington "Maestro" Tabárez, la gran campaña, se fue por el caño.
Con o sin suerte Uruguay llegó hasta aquí, y aquí demostró de lo que está hecho; esa garra charrúa, que junto a un piñado de grandes jugadores, dejó en cancha una ilusión, la de repetir la edición del 50, pero con quien fuese su rival el domingo.
No pasó, pero pudo pasar, porque incluso en el 90+4 estuvo cerca de completar esta campaña excepcional que nos deja orgullosos como latinoamericanos.
Suerte Uruguay la próxima, por el resto, a la espera de ver quien será el campeón.





