Una victoria ajustada, cierto, pero una victoria al fin. Ecuador ganó por la mínima a Chile en el Sudamericano Sub 20 y se metió en el Mundial que organiza Colombia y que se jugará este mismo año.

Es incorrecto pensar, en lo que se pudo ganar y no se ganó, hay que pensar en lo que se pudo perder y no se perdió.

Así las cosas; está claro que Ecuador hizo méritos para estar donde está, las cosas hacen pensar que hubieron méritos para estar más arriba incluso, pero a la hora de la hora, lo hecho, hecho está.

Ahora se viene el  Mundial y tal como lo ha venido haciendo el Señor Sixto Vizuete, hay que calcular en grande pues, los años de hacer al menos un buen papel, quedaron en los anales de la historia, de hace más de una década.

Será la Copa del Mundo nuestro objetivo, no los cuartos, no las semis, el Oro, el Oro Puro. El equipo tiene jerarquía y mucha, quien lo discuta, tome los archivos, revise el último partido entre Ecuador y Brasil, dirán, mal primer tiempo, llegaron mucho, pero salvó Jaramillo y no de suerte, buen portero, la defensa, es mi pensar, requiere algo más para consolidarse, pero no anda mal, pues es fue una de las defensas que menos goles recibieron en el torneo, una de las mejores, sino la mejor; vamos por la media, Oña ya es buscado por el Inter, se dice de Caicedo e Ibarra que los buscan en España, Juanito Cazares ya está en River, De La Cruz ha sido espectacular en sus presentaciones y así podemos seguir.

Algunos ya apuntan cañones en contra de Marlon de Jesús, párele la mano. Estupideces, boberías e incoherencias se ha oído sobre este tema, como aquella de quien blasfemó, que Uruguay tomaba un cupo a las Olimpiadas, gracias a su mejor defensa, Marlon.

El jugador pasa por una mala racha, es bueno y lo sabemos, lo ha demostrado en El Nacional y hasta a la Selección de Mayores ha llegado, no es por nada. Montaño es un referente en nuestro área, también ha errado pero solo ha mejorado en lo jugado en Perú.

Ya no hay tiempo para soñar estimados amigos, es hora de ganar, de olvidarse de los tabúes, de los preceptos arcaicos, de no minimizarnos.

Yo, por mi parte, le apuesto todo a mi País, a mi Selección, les resta a todos poner de parte y ya el tiempo tomará la decisión. Es sí, sea lo que sea, lo que nos depare el futuro futbolero, agarren bien duro su camiseta tricolor, jamás la suelten.